Y también la lluvia es una película dirigida por Iciar Bollain y filmada en Bolivia. Este filme cuenta la historia de dos hombres, Sebastian y Costa, que llegan a un pueblo a filmar una película sobre la interpretación de la conquista de Cristóbal Colón en América. Debido al corto presupuesto con el que cuentan contratan a indígenas del lugar como actores pagándoles un salario muy bajo.
A pesar de los inconvenientes con la lengua y las creencias de los indígenas para filmar algunas escenas, se les logra convencer. Al entrar en la finalización de la película surgen nuevos problemas. Los indígenas, especialmente Daniel, tienen que revolucionarse y luchar contra el estado por el derecho al consumo del agua, ya que el gobierno desea privatizar y crear una hegemonía alrededor de esta bebida vital para la vida de los seres humanos. Sebastian y Costa se mostraban insensibles frente a la problemática que estaba viviendo el pueblo, solo pedían que los actores contratados cumplieran con su trabajo. Tiempo después, los directores se dan cuenta de las injusticias que se están cometiendo contra el pueblo Boliviano.
Toda esta problemática que gira alrededor del trabajo de estos dos directores tiene una relación muy estrecha con lo vivido en la época de "la conquista", ya que allí, el poder lo representaban los españoles que llegaron a explotar y robar todos los recursos y riquezas que pertenecían a los indígenas americanos; en esta película se puede percibir la misma temática, ya que el poder del gobierno busca quedarse con el agua, sinónimo de vida, que es lo más preciado del pueblo, este también menospreciado y tratado con total desprecio. Esta película es una fiel muestra de que la situación no ha cambiado en el mundo, que seguimos viviendo en una sociedad donde el poder lo tiene el más fuerte, que es capaz de pasar por encima de los derechos de la humanidad por obtener su propio beneficio.
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